Marketing digital: un buen plan ¿Qué lo define?
Cuando se hace la pregunta: ¿Qué define a un buen plan de marketing digital? Siempre conlleva el darse a conocer y poder crecer en un mercado competitivo, bien sea para un bien o servicio, una marca o una serie de productos. Para ello, se debe analizar la situación, evaluar al público objetivo, definir las estrategias y tácticas, basadas en un presupuesto. En este caso, la periodicidad puede variar dependiendo el tipo de plan a utilizar.
Un buen plan de marketing, lo define, el entendimiento con el cliente de lo que se quiere. Se deben considerar las necesidades, gustos, preferencias, desde los beneficios hasta las desventajas del servicio o producto.
Se debe evaluar profundamente el target market (mercado objetivo), sea público interno o externo, así como los factores demográficos, económicos, tecnológicos, políticos y hasta socioculturales.
Durante el desarrollo de un plan de marketing se debe estudiar la competencia (directa e indirecta), a fin de mejorar nuestro proceso de acción y aprovechar las reacciones favorables o desfavorables del mercado ante nuestro competidor.
Es importante que el plan de marketing este enmarcado en que se cumplan los objetivos del negocio, bien sea, posicionar la marca, promocionar un bien o servicio, aumentar el tráfico web, publicidad, entre otros.
En general, el marketing digital se hace presente en medios como internet, telefonía móvil, y hasta en video juegos, pero está bastante claro su estrecha vinculación con las redes sociales, permite segmentar y definir el usuario final de manera exitosa. Sus novedades se vinculan a la reducción de costos de producción, mayor capacidad de control y corrección y mayor flexibilidad.
Esa misma flexibilidad permite que puedan usar diversas herramientas y se apliquen diferentes acciones de acuerdo a las actuaciones del mercado durante la ejecución del plan, pero sin dar paso a la improvisación. En pocas palabras, un buen plan de marketing digital estará divido en tres etapas: evaluación previa y elaboración del plan, aplicación del procedimiento y el estudio posterior del mismo; a fin de definir las acciones efectivas, estableciendo las correcciones necesarias, por último, la percepción del mercado ante el producto, bien o servicio.